The Wedding Present - Valentina, a bocajarro

Tenía pensado hablar de otros discos, porque tengo varios proyectos de los que me gustaría hablar, pero he cometido el 'error' de escuchar lo nuevo del incombustible David Gedge y ahora tengo que dejar de segundo plato a los que tenía planificado poner en liza. El nuevo disco de The Wedding Present, Valentina, es una soberbia dosis de romántica potencia inglesa, regresando con más músculo de lo habitual pero sin renunciar a la esencia que ha configurado a los ingleses como uno de los grupos referencia en el poprock de las islas y quienes cubrieron el hueco que dejaron los Smiths. En fin, que con este octavo disco van a dar mucho que hablar este año.



Bien es sabido que David Gedge es The Wedding Present, la única constante del proyecto. En él, se ha rodeado de diferentes músicos a lo largo de su vida, lo que ha conllevado el cambio de identidad musical de la banda. Ahora ya no se encuentra la visceralidad de la etapa de finales de los 80 y principios de los 90; ya no está esa forma semi-punk de tocar la guitarra, pero sigue estando Gedge y la producción está más cuidada. Y su música renovada, también en parte a las nuevas incorporaciones.

Valentina es un disco vigoroso, con pegada. Sigue teniendo ese espíritu guitarresco que ha tenido Wedding Present y ha rescatado al grupo de caer en un El Rey, su trabajo de 2008 que dejó un saber más bien insípido. En cambio, Valentina es rock. Este nuevo lanzamiento ya es un gancho de derecha nada más enchufarlo; avisa con la efusividad de You're Dead y remata en el segundo corte con el pepinazo You Jane, un tema de los de estructura abocada al éxito. La canción va progresando cada vez con nuevos ritmos constantes hasta llegar a un buen estribillo. Después continúan las embestidas de batería con Meet Cute, sustentadas en un potente bajo que aguanta la fuerza de la guitarra.



Si algo tiene el disco es que casi todas las canciones tienen su pequeña firma que las hace diferentes de las anteriores, aunque todas estén englobada en un mismo ideario. Ahí tenemos el final de Meet Cute, el pequeño riff y cambio melódico de Back A Bit... Stop, el cambio de ritmo de The Girl From The DDR... The Wedding Present se reivindican con en este disco, sonando potentes y actuales a pesar de la trayectoria del grupo (claro, metiendo a muchachada cualquiera), comportándose como si fueran Placebo en Deer Caught In The Headlights.

Acabando el disco nos dejan regalos pop como 524 Fidelio, el sello más primigenio del grupo en End Credits o el pequeño detallazo de la voz en off al final de Mystery Date.

Desde luego, un golpe en la mesa de un veterano como es David Gedge, que con este larga duración resucita su espíritu y seguro que logrará dar envidia a más de un grupo que está envejeciendo de una forma casi vergonzosa. Han decidido jugar en una liga en la que ya hay muchos equipos de reconocido prestigio y calidad, pero ellos demuestran que la veteranía es un grado. El que tuvo, retuvo.

Un disco valientina