Amatria - Hoy Van A Salirte Las Alas, indiepop electrónico del bueno

Hablar de electro pop o de indie electrónico es hablar de uno de esos géneros trillados hasta la saciedad, con fórmulas repetitivas y fáciles que a pesar de que las pueda llevar a cabo, pueden significar éxito seguro. En cambio, los propios patrones de este género, al estar sustentados en gran parte por teclados, pueden ser modificados y reinventados. Algo así es lo que ha conseguido el ciudadrealeño y afincado en Valencia, Joni Antequera, más conocido por todos como Amatria. Tras varios proyectos en los que se había centrado años antes, decide apostar por Amatria. Y el resultado, Hoy Van A Salirte Las Alas, un disco de electro pop indie realmente bueno.


Lo que distingue a Amatria del resto de grupetes indiepop que se ayudan de los teclados es precisamente eso, el teclado; la forma en que él lo aplica. Desde sonidos que pueden recordar a los sintetizadores más ochenteros, hasta alguno que incluso evoca al house de los 90s, es una delicia ver qué partido le saca a la sección electrónica de su música. Todo esto, por supuesto, acompañado de su guitarra acústica y su entonación pegadiza, preparada para atraparte en estribillos muy coreables.

Hablando de relaciones, de ideas surrealistas y de temática fresca y joven, Hoy Van A Salirte Las Alas es un trabajo que entra fácil al oído. Aunque salió el pasado febrero, es el disco que si te gusta vas a poner en repeat durante todo el verano, y probablemente el resto del año. Es altamente adictivo. Y lo es por culpa de esos rítmicos tan agradables y los coros que comentaba anteriormente. De hecho, nada más empezar ya nos encontramos con el primero en Cara de Monstruito. Después ya viene uno de los hits del debut en largo, 11 Baños 20 Euros, una canción de superación con una de las bases más electrobailables del disco.
Por supuesto, también hay canciones más alejadas del hedonismo; profundas y serias, como es el caso de Un Sábado Paraelíptico, donde Amatria muestra que se puede amoldar a varios registros, demostrando que no sólo sabe hacer temas bailables y ya está.



A los amantes de los sintetizadores este álbum les dejará buenas sensaciones. Es en Comevegetal donde el afincado valenciano afincado aplica una base que recuerda a ese dance de los 90 y donde juguetea con ella. El próximo bucle a tener en cuenta es el de Prelación de Documentos, con un inicio analógico y una base que nos lleva a la Movida. Es una constante el hecho de que las bases de las canciones tengan un principio más destacable y después se regularizan, no hubier estado mál explotar más las birquerías iniciales.
Apartándonos de los teclados, también hay que apreciar este disco en su versión más indie, con perlas dulzonas como Eh Qué Ves o En Caso de Error, Llore. Vocalmente, se desliza de una forma muy efectista por sus sampleados y sus bucles.



Hacia el final del disco nos encontramos con el pepinazo, En Palabras Absolutas, brillante instrumentalmente, no es muy compleja pero tiene mucha energía. Y el chirrido que se mete en segundo plano en el estribillo es demencial. Una de las canciones españolas de este año.
Y para cerrar y pegar el golpe en la mesa se entona con Dolorosa, una versión del cancionero peruano: Jose Antonio de Chabuca Granda. Tiene un inicio especialmente solemne y buenas birguerías tecladistas.



En resumidas cuentas, un gran debut para Amatria, una forma imaginativa de utilizar los teclados, dándoles un uso que los hace diferentes de lo que se suele escuchar en esto del indiepoper electrónico. Uno de los debuts y discos españoles que habrá que meter en lista a final de año.

No le molan los calcetines