martes, 10 de abril de 2012

Royal Baths - Better Luck Next Life, experimentación, garage y blues rock

A menudo echamos de menos o solemos hacer referencia a la música de décadas anteriores, con proclamas negativas y melancólicas de que lo que se hacía antes era mejor. Salvando estas apreciaciones, es cierto que ya no se hace ruido como antes, los tiempos han cambiado. Pero eso no es óbice para seguir disfrutando de grupos actuales o nuevos que nos traen un pequeño renacimiento de aquellos tiempos. Y es aquí donde entra en escena el segundo disco de Royal Baths, unos tipos de San Francisco que discurren entre un garage ofensivo, blues rock árido y varios momentos experimentales que recuerdan a la mismísima Velvet Underground.


Tras un debut (Litanies, 2010) que dejó unas impresiones tremendas, con esa atmósfera densa, lenta y opresiva de la Velvet, han vuelto a la carga este año con Better Luck Next Life. Siguen a lo suyo, con esa propuesta tan valiente y osada como sorprendente a la vez, porque ya en el primer disco sonaban tremendamente solemnes. En este su segundo álbum, le han quitado peso a las atmósferas tan cargadas pero siguen paseándose por la psicodelia, el blues rock y otros patrones con los que juguetear.
Rememorando las décadas de los 60 y los 70, se les ve muy metidos en los tiempos de explosión creativa de New York y Chicago, sin resultar en absoluto anacrónicos o pretenciosos. Desde la Velvet Underground hasta los primeros Black Keys y rozando a Jefferson Airplane, aquí son muchas las reminiscencias con las que gustosamente te topas.

Better Luck Next Life es un disco de saborear poco a poco, son muchos los ingredientes que ir desmenuzando por partes para entender después por qué están tan buenos en su conjunto. Aunque ahora su flamante álbum es un conglomerado con menos ingredientes, es igualmente genuino para escuchar en un tugurio de veinte metros cuadrados que en una de esas desangeladas carreteras de Arizona.

A lo largo del trabajo encontramos piezas como Darling Divine, con esas guitarras que evocan a la época psicodélica y experimental de auge, pero sobre todo lo que abundan son parajes abrasivos de blues rock primigenio, como es el caso de Burned, Nightmare Voodoo y Map Of Heaven.



Más cosas que encontramos en este álbum es delirante rock árido en Be Afraid Of Me o Faster, Harder, donde van marcando el ritmo como si estuvieran intentando ganarse una limosna en el far west. La línea más densa y ofensiva que suena a la Velvet es la que escuchamos en Contempt, que esta vez es menos común en el disco.

En este trabajo se han orientado más claramente del lado del blues rock, con un buen resultado eso sí, aunque es una pena porque se echa de menos la sombra más atmosférica de Lou Reed del debut. No obstante, siempre que tengamos un grupo nuevo decidido a rescatar las viejas costumbres y lo haga de una forma efectiva como Royal Baths, bienvenido sea.

Elementos de tugurio

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