miércoles, 2 de mayo de 2012

Lower Dens - Nootropics, odisea en el espacio

Lower Dens siguen fuera de órbita terrestre, atrapados en un sendero cósmico que les impide bajar a la Tierra a desarrollar un sonido más terrícola. Pero hasta que consigan bajar, la verdad es que les va bastante bien. La chavalada de Baltimore está en un buen momento compositivo, en el que va cada vez a más. O eso es lo que dan a entender sus dos discos. Su debut, Twin Hand Moment, estuvo marcado por una buena simbiosis entre post punk y shoegaze, con una calmada línea rítmica que los expulsaba a la atmósfera. Sonaban como la antítesis de A Place To Bury Strangers. Con Nootropics se han quedado atrapados en las presiones atmosféricas y se han fundido con el espacio.

Al igual que Jason Urick, parece que en Baltimore son dados a tirar por la música más sideral posible. En esta continuación del debut, Lower Dens han explorado más texturas del universo y se han adentrado de una forma mucho más profunda en él, logrando un sonido más cóncavo. Escuchar Nootropics es flotar, recorrer cuerpos celestes, algunos a modo de naves espaciales más antiguas, como Joy Division o Kraftwerk. Da igual que utilizan alguna fórmula más kraut, o tengan picos más épicos; han perfeccionado su sonido y han hecho suyo un sonido a caballo entre lo siniestro y lo sideral, muy de las bandas sonoras de John Carpenter. El álbum se va recrudeciendo conforme avanza, aunque desde un momento están inmersos en el espacio, cada vez pierden más contacto con la nave nodriza. Hasta perder el control.

El viaje sideral arranca con Alphabet Song, con tintes progresivos y esa percusión calmada que tanto se ha caracterizado este disco. La misma que da comienzo a Brains, el avance del álbum y uno de los temas más brillantes del mismo, que quizá podría ser considerado como un disco musicalmente conceptual. Brains representa sería una de las incógnitas que resolver, una de las piezas que desvelan la gran idea bajo la que se engloba Nootropic. Una odisea sonora y uno de los temas más interesantes en lo que va de año. Ese ritmo pegadizo y cósmico sigue siendo una constante en Stem, un pequeño preludio a Propagation; donde, flotando sin rumbo en el espacio, Lower Dens se encuentran rodeados de distorsiones y voces que se les meten en la cabeza.

Muy espacial todo
Desde luego, no es sólo la intensidad y el ambiente cósmico lo que hacen excelso este trabajo, también la parte vocal, como en Lamb, donde ponen banda sonora al fin de su existencia. Un momento digno para que los pelos se ericen, es como la dulce crónica de una muerte anunciada. Llegando al final de este viaje sideral encontramos más momentos de experimentación y de sensaciones perdidas -Lion In Winter Pt. 1-, también acompañadas por un krautmotor que evoca al espíritu de Ian Curtis -Lion In Winter Pt. 2-. Justo antes de cerrar el disco, Lower Dens se topan con la explosión de la Super Nova, donde la parte vocal vuelve a tomar mucho peso para describir el caos que nos trae la instrumentación. No tienen más remedio que dedicarles un himno antes de desaparecer para siempre: Nova Anthem.
Finalmente, para narrar el fin del mundo y el accidental viaje, se envuelven en una canción siniestra que mria al vacío espacial, donde el universo se pliega sobre sí mismo y donde In The End Is The Beginning.



Un disco grande, no grande como el Universo, pero sí grande en su concepción inicial. Lower Dens logarn meterte dentro de una película espacial, en un viaje a través del cosmos donde Stanley Kubrick hubiera sido el director. Es otra Odisea en el Espacio. Se han apartado de la norma que regía su debut y han dejado a un lado las guitarras para poder explotar los ritmos de percusión, ambientar con los teclados y distorsionar lo justo con las cuerdas. Han superado con creces su debut. Han arriesgado y han configurado uno de los mejores discos a nivel de composición en lo que llevamos de 2012. Pónganse la escafandra y prepárense para el viaje.

1 comentarios:

Felipe dijo...

Asi es amigo gran disco ! Candy encantadora y triste cancion