Niños Mutantes @Club Camelot, la veteranía es un grado

Queda oficialmente inaugurada la nueva temporada de Camelot Santa Pola, que el abrió sus puertas el pasado 19 de mayo. Para tal motivo, se trajeron a unos invitados de nombre, a los Niños Mutantes, uno de los grupos abanderados del poprock independiente en nuestro país. Los granadinos dieron un buen concierto en el que repasaron gran parte de su último trabajo, y también a canciones de otros discos que cada vez cogen más polvo en sus setlist. A pesar de que no suelen los singles de estos álbumes, fue un detalle que llegaran a su primer disco y tocaran también los dos siguientes. Desde luego, mejor impresiones que cuando vinieron a Elche el año pasado. Hubo buena afluencia de público y expectación para ver sobre el escenario a los mutantes, que fueron recibidos entre sonoros aplausos.

A lo largo del concierto dejaron patente lo mucho que ha evolucionado el grupo a nivel instrumental, son buenos músicos y tienen un directo muy digno. Ya se consolidaron con El Sol de Invierno y lo demostraron en sus venideros discos. Su fácil dorma de divagar entre unas guitarras de corte más indie y bailables melodías pop les han convertido en un grupo de referencia en la fórmula en su última trayectoria. No hay más que ver que excepto contadas ocasiones, los asistentes al público suelen responder mejor a los últimos álbumes. Pero lo importante es que manteniendo un equilibrio que permite reconciliar a ambos periodos de su música. Ahora ya no hay descontrol en sus canciones como en antaño, pero se dejan entrever raíces viscerales en los temas actuales. Han llegado a ese punto medio que les ha consolidado como una de las bandas más regulares en el género.

Como era de esperar, empezaron presentando su último álbum, Náufragos. Las primeras elegidas fueron La Puerta y Náufragos, las que el público empezó a cantar a la primera. Se nota ese cambio de Niños, desde unos años hasta ahora son referencia, también gracias a evolucionar a un sonido más fácil de digerir. Después del obligatorio primer contacto con el material nuevo, volvieron un disco hacia atrás para ejecutar Las Noches de Insomnio, Días Complicados y la pegadiza y con final frenético, Mala Memoria. Objetivamente, hay que precisar que se nota que son buenos músicos, pero además su ejecución se vio mejorada por el sonido nítido de la sala; se podía distinguir perfectamente las líneas de bajo. Cosa que no suele ser habitual cuando hay guitarras que rugen por en medio.

Canturreando

Acto seguido, mientras hablaban con el público, avisaron, ¿os acordáis de Mano, Parque, Paseo? Así que tocana una del primer disco, y crucé los dedos. Sonó Veneno-Pólen, que personalmente es una de las que esperaba escuchar. Una pena que no apliquen más músculo en los directos, porque fue de lo mejor del concierto. Volvieron después a Náufragos para interpretar Caerán los Bancos, un poco de enfado y crítica, a la orden del día hoy. La siguiente fue Empezar de Cero, uno de esos temas con guitarras leves donde Niños Mutantes ganan la batalla. De nuevo volvieron a otros tiempos y rescataron del baúl de los recuerdos Florecer, del Otoño en Agosto, la cuál tocó el vocalista sólo con su acústica. Un momento bonito, pero no hubiera pasado nada si la hubieran tocado en la versión de estudio, rodeados de guitarras.
Antes del bis hicieron una batida con canciones de su última etapa como Quiéreme Como Soy, Te Favorece Tanto Estar Callada y una versión de Summer On a Solitary Beach de Franco Battiato. 


Lo sorprendente es que volvieron con otro de esos discos que tocan poco, El Sol de Invierno, pero para tocar una de las canciones inéditas, Manual de Autoayuda. muy bien interpretada por cierto. Continuaron con el clásico Como Yo Te Amo para que el público vociferara a pulmón y cerraron con La Voz, como de costumbre. Un concierto muy decente, bastante animado. Dejaron bien saciados a los que fueron a ver la última etapa y satisfechos a los que preferimos que repasen toda la trayectoria.