lunes, 16 de enero de 2012

Steve Aoki - Wonderland; buscando el éxito fácil

Vuelve a la palestra uno de los reyes del hype electrónico, uno de esos amigos de meter caña en cualquier festival y seguir apostando una y otra vez por la misma moneda, llegando a unos inusitados niveles de aborrecimiento. Hablamos de otra electrostar, aunque aún le queda algo más de dignidad que el vendidoporpastastar David Guetta. Sí, es Steve Aoki, el chinorris preferido de muchos.
No obstante, con Wonderland, ha utilizado la fórmula habitual del francés, rodearse de grandes estrellas para asegurarse el éxito. Y en el plano del bolsillo y del éxito, es visible a todas luces que no le va a salir mal. Dentro de poco tiempo empezará a aparecer su nombre en todos los lados.



En favor de él, pues hay que decir que el tipo es bastante inteligente porque sabe que se va a llenar el bolsillo con jugosas cantidades. Cosa que también está justificada, porque lo que él hace suele tener gran repercusión; puede que sea su actitud a modo de rockero encima del escenario, cosa de la moda, o que quizá su música va dirigida a un sector menos exigente con la electrónica, que simplemente pide zapatilla. Cosa que es respetable.
Pero claro, lo que pasa es que Steve Aoki es más de lo mismo. Es la fórmula más facilona dentro de la electrónica de pista -aunque también la más directa-, la cultura del subidón. Una cultura que se puede enfocar de distintas formas, de una forma más salvaje, más macarra o más sutil. El caso es que lo que Aoki nos trae es otro cliché de música electrónica de subidón, pero con una diferencia, cada vez se está volviendo más pachanguera. Y no sólo por los ritmos, sino por el hecho de utilizar como vocales a reyes del mainstream. O simplemente porque cierta música electrónica está perdiendo la deriva.

He de decir que la primera vez que vi a Steve Aoki me sorprendió porque aunque era una sesión efectista, era la fórmula correcta, electrónica + rock. La segunda ya se centró sólo en subidones y bases macarrufas. Está siguiendo eta senda hasta llegar a este disco, mezclando momentos más paranoicos tipo Afrojack en The 80's, otros más Guetta con Come With Me, momentos (como el cansino) Skrillex en Ooh y alguno que sí que vale la pena como Heartbreaker, donde se acerca a una fórmula aceptable de electropop, o Control Freak, donde al menos imprime un ritmo semifunk.
Aoki ha apostado a caballo ganador con gente como Kid Cudi, LMFAO o, sorprendentemente, Rivers Cuomo, de Weezer.

  Steve Aoki - Wonderland by steveaoki 

En resumen, aunque hay un par de temas salvables, es un álbum repleto de clichés, se puede decir que una fórmula facilona orientada al éxito fácil: subidones y voces reconocibles. Quizá por este tipo de producciones, estoy emigrando a otros géneros electrónicos desde hace tiempo. Lo cual no quita que en directo funcione, pero hay que pedir algo más. Aunque eso habrá que pedírselo a quien esté dispuesto a no acomodarse y apostar por la calidad.

"No es cierto que tenga más cara que espalda"

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