Con su debut, Turning On y su segundo álbum, Cloud Nothings, practicaban esas pequeñas ráfagas de rock revivalista con pequeños amagos punk. Desprendían esa sensación de chavalería y ganas de marcha.
No se puede decir lo contrario de este tercer disco. Y no en el mal sentido, sino todo lo contrario: Cloud Nothings han pasado de la adolescencia a la madurez con este disco. Si no a la madurez, al menos a adultos jóvenes. Lo mejor de todo es que a pesar de que lo hayan hecho con tres discos, ha sido en un lapso pequeño de tiempo: 3 años. Aunque sigue siendo directo, este ya no es un disco tan "facilón". En él exploran mejor el rock y juegan más con las posibilidades que ofrece, utilizando canciones más largas, sonidos más áridos y tonalidades de voz más desgañitadas.
Parece que ha sido cosa del infalible Steve Albini, conocido de sobra por su amplio currículum musical y por su honestidad como ingeniero de sonido y la libertad con la que deja trabajar a las bandas. De ahí seguramente vienen tantos buenos resultados. El último, este Attack On Memory.
Ya avisaban con su avance No Future/No Past, un tema lánguido que despierta al final. Avisaba porque no era una canción del tipo a la que nos tienen acostumbrados los Cloud Nothings. Sí que lo podría ser Wasted Days, la siguiente, pero poco a poco va desembocando en una cascada de distorsiones y efectos en la que el vocalista del grupo se decide a crujir su voz, cosa que tampoco hacía antes.
De esta forma, se van alejando poco a poco de esa sensación de estar escuchando a un grupo de jovenzuelos. Lo que no quita que sean buenos, claro. Aún no se han resignado a abandonar del todo ese tono más espontáneo y animado que les ha dado a conocer, será un cambio progresivo. Lo dejan entrever en canciones como Fall In, Stay Useless o Our Plan.
Se acabaron los colorines |
El cambio que han dado es el correcto. Son esas ganas de ofrecer más, de buscar mayor contundencia y seriedad en su sonido la que les hace dignos en este tercer trabajo. De haber seguido la estela de sus anteriores lanzamientos, puede que ahora les estuvieramos aborreciendo. Las arrebatos estruendosos de Separations le dan mucho más empaque al grupo. También los ritmos más apocalípticos y ese cambio en la forma de cantar. Son dos conceptos que encontramos en cortes como No Sentiment.
En definitiva, realmente un buen disco. De lo mejor con diferencia en lo poco que llevamos de año; un disco corto y directo. Siguen manteniendo su esencia, se han acercado a un sonido más serio y la jugada les ha salido perfecta.
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