viernes, 14 de septiembre de 2012

Julia Holter - Ekstasis, menos oscurantismo ayuda a evolucionar

No suelen pasar por aquí muchos cantautores, pero de vez en cuando siempre es necesario pararse a descansar de los beats y los riffs. Siempre hay tiempo para escuchar voces delicadas, y si además vienen acompañadas de experimentación y patrones diferentes, mejor. Nos podemos encontrar proyectos como el de Julia Holter, que debutó el año pasado con un oscuro y a la vez vanguardístico disco. En este 2012, la americana ha editado su segundo larga duración, que sigue rodeándose de experimentación, aunque esta vez envuelto en una fina capa de seda, Ekstasis.

Tragedy era un disco, a pesar de tener unas raíces folk, muy poderoso a su manera. En él había líneas de teclados contundentes, arreglos y reverb por un chorro. Y por supuesto bonitas ambientaciones que fluían por los oídos. Ahora llega Ekstasis, y a modo de Chad VanGaalen, Julia Holter sigue haciendo lo que le da la gana, echándole salsa a lo a veces limitado que está el folk explícito y sin recursos tecnológicos. También es cierto que lo que ella hace está a mitad de camino entre el folk y un pop experimental, pero en cualquier caso, sigue la estela de su debut, con un álbum no tan disperso como el primero. En él había una neblina demasiado fantasmagórica; este Ekstasis representa una propuesta más clara y desarrollada.

Durante los últimos tiempos hemos asistido a géneros (prácticamente todos los populares) que han utilizado la electrónica como condimento. La californiana lo aplicó el año pasado a un trabajo folk con atmósferas musculosas, y este año ha decidido decantarse por un álbum más cercano a gente como Zola Jesus o la propia Grimes, ya que su voz recuerda mucho a la de Claire Boucher. Es inevitable recurrir a la canadiense al escuchar el inicio del disco con las canciones nítidas y fantasmagóricas de Marienband o Our Sorrows. Es la voz de lo sobrenatural. Otra vez.



Voces oscuras en tu barroco jardín

A pesar de que sigue recurriendo a efectos ya empleados anteriormente, como la vocoderización (del verbo vocoderizar) por ejemplo de Goddess Eyes I, seguimos disfrutando de su voz privilegiada. En numerosas ocasiones, esa simbiosis entre sus cuerdas vocales y los recursos de los que se sirve, evoca a parajes naturales, llevando nuestra mente a recovecos escondidos a los que no lográbamos llegar con el debut. Este segundo largo ha supuesto sólo un pequeño paso a nivel de composición, pero un gran paso en su carrera. Ha logrado concentrar las cualidades de Tragedy para aplicarlas de una forma más evidente y menos dispersa en Ekstasis.



En este sentido, puede despistar a los que le seguían la pista por sus raíces folk, pero seguramente les acabará conquistando por las bajas pulsaciones de su música, por su calma; y por supuesto también a los amigos de lo experimental. Desde canciones tan encantadoras como Goddess Eyes II en la que se proyecta en nuestra cabeza como un ser perfecto, hasta cortes más hipnóticos como Four Gardens, Julia Holter ofrece una propuesta versátil a la que vamos a tener que apuntar para el futuro.

De ella esperamos que siga atreviéndose a utilizar nuevos artefactos, haciendo gala de su multi instrumentismo, para avanzar hacia estas piezas a mitad entre lo experimental y el pop más inofensivo. Será una gran noticia que siga avanzando en su paleta de sonidos. De momento, ya ha evolucionado artísticamente con este segundo disco en el que es capaz de clarificar mucho mejor cuál es su proyecto.

0 comentarios: