viernes, 25 de abril de 2014

Monegros y su preocupante avance para la edición de 2014 (20º aniversario)


¡Qué Hardwell ni qué niño muerto! ¡Techno, copón!
Skrillex, Steve Aoki, Carl Cox y Boys Noize. Una primera tanda de confirmaciones que sería de ensueño para casi cualquier festival, dada la envergadura de los nombres. Y si se tratase de uno de electrónica, estaríamos hablando de un festival de un corte más tomorrowlandesco donde el espectáculo estaría reñido con la calidad (en el mejor de los casos). Pero estamos hablando del primer avance de Monegros, cuya filosofía ha sido la de apostar por el techno y la electrónica undergraund.


Personalmente yo me quedaría con dos de los nombres de esta tanda, Carl Cox, que es un clásico y bastante asiduo del festival, y Boys Noize, que tiene producciones y remezclas suficientes para poner patas arriba cualquier escenario. El otro problema me viene con Skrillex, estrella del brostep y la faceta más macarrista de dubstep, que a pesar de que haya llevado la electrónica a público masivo, no me gusta nada por este toque macarrérrimo y facilón. El otro me viene con Steve Aoki, a quien he visto arengando al público tirándole agua mientras su sesión tiraba sola hacia adelante, incluso con sus transiciones y todo. Un crack.

Y aunque lo último son justificaciones mías de por qué no me gustan estos dos, lo importante es que este adelanto es el de Monegros, que este año cumple su veinte aniversario y en el que había puestas bastantes expectativas, más después de ver lo que ha tardado en soltar algún nombre. Un festival que siempre se ha caracterizado por cuidar el techno en sus distintas vertientes (hard, house, minimalista) y dar coba a artistas normalmente más especializados, algo que ya no existe en este primer avance.

Pero es algo que se veía venir tras el camino emprendido en 2011, cuando Guetta fue confirmado para el festival, tema que tratamos aquí mismo, en el que miles de personas expresaron su malestar en una página de facebook que aún sigue viva. Por cierto, aquél año ya participaron en el festival Aoki, Cox y Boys Noize. ¿Casualidad? Tendría mucha guasa y un poco de getta que viniera otra vez el francés, pero quién sabe qué estrella del EDM podrían confirmar ahora. Porque para un veinte aniversario cabe esperar un avance más espectacular, por muy bien que estén Carl Cox y Boys Noize.

Así pues, tenemos una reacción lógica por parte del público que suele asistir anualmente, porque además les han subido el precio de la entrada antes de saber los nombres, una jugada no muy astuta, sabiendo encima qué avanzadilla vas a dar a continuación. La calidad que pedían, aunque sean los típicos nombres que pueda dar el festival en forma de Loco Dice, Hawtin, Kalkbrenner, Joris Voorn o Mulero, se ha topado contra un adelanto propio del Dreambeach, que con todos los respetos, se está cargando el honorable intento de mantener el nivel del viejo Creamfields que hizo con el cartel de 2013.

Si la intención de la organización es seguir apostando por nombres como estos, ya se puede ir despidiendo de parte del público objetivo, aunque obviamente saben que con artistas del tirón de Skrillex o Aoki, tienen miles de entradas aseguradas y sangre más joven a la que dirigirse. Lo que al fin y al cabo se traduce en dinero. Veremos por dónde siguen las próximas confirmaciones. Aunque es cierto que esto es sólo el avance, puede que quede en agua de borrajas y el resto de nombres sean los productores de techno o minimal que suelen acudir al festival.

¿Pero y si no lo son? Monegros ya no sería ese festival de masas electrónico en el que se cuida la calidad y hay mucho espacio para artistas más underground, tanto nacionales como internacionales. Y además se estarían reduciendo las alternativas electrónicas diferentes, ya que la contratación de EDMeístas y productores de carácter más facilón y comercial tienen cada vez más tirón en festivales similares. Esperemos que la infección no se expanda. De momento este adelanto es igual a cero ilusión entre cualquiera que haya ido al festival. Por una parte, dos que no tienen nada que ver con la filosofía tradicional del evento, y por la otra, dos que bien; te los puedes guardar para próximas tandas, pero ya están bastante vistos. Menudo adelanto para un veinte aniversario.

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