Undo - Motas de Polvo, bien, pero seis años podrían haber dado más

Barcelona, aparte de ser la ciudad con los festivales más especializados y sibaritas del país -Primavera Sound y Sonar-, también posee una bollante escena musical electrónica. Últimamente han salido artistas de la talla de Henry Saiz y más recientemente John Talabot, por ejemplo. Pero hay otros grandes productores que llevan más tiempos pero que no han logrado el mismo éxito que ellos, a pesar de haber trabajado con gente de la talla de Paul Kalkbrenner o Ellen Allien. Hablamos de Gabriel Berlanga, quien se esconde detrás del nombre del alias Undo. El barcelonés ha vuelto a la escena después de 6 años para editar su segundo álbum: Motas de Polvo.

Tras el buen sabor de boca que dejó Despacio (2006), en el que Undo exhibía un techno profundo y emocional combinado con temas más paisajísticos -del mismo corte que Kalkbrenner-, al fin vuelve al ruedo musical con un álbum mucho más movidito, más enfocado a la pista de baile. Sigue apostando por momentos muy emocionantes en sus nuevas canciones, con ritmos pausados para flotar e imagina, pero no en la medida en que lo hizo en su debut.

Continúan las bases profundas con potentes graves, bien complementadas por sampleados eléctricos y líneas rítmicas muy melódicas, algunas rozando lo exótico como en el caso de Dreamer. Previamente a esta, aún hay resquicios de Despacio, pues Before It Dissapears y De Nit son las que más se acercan a dicho lp, con unas líneas de sintetizadores simples que apenas se combinan con dos o tres sonidos que complementen. Pero es suficiente para reconocer el sonido de Undo. Aunque abusa de esa fórmula en la primera mitad del álbum, comprobándolo por ejemplo en El Crit, es a partir de ahí cuando la cosa empieza a moverse de una forma más fluida y dinámica.

Pájaro que fluye

Jupiter es el primero de los cortes que muestra una faceta diferente de Undo, más alejada de la salita de estar y dirigiéndose a un universo en el que los astros no pasan tan despacio como cuando uno está en tierra. Aquí ya nos topamos con bases más veloces, arreglos vertiginosos y un toque más sofisticado y no tan simplista. La cosa mejora con Make It Happen, un tema luminoso y optimista con unas capas de fondo que son las que llevan la batuta del tema. Cuando se suman todos los arreglos, sonidos y capas, Berlanga vuelve a conseguir conectar con tu cerebro, pero esta vez con más luces y bpm. Consigue la misma sensación con Motas de Polvo, donde deja que sus sintetizadores fluyan en el espacio, dando un viaje con un vocoder estelar y que da muy buen rollo. Al final del lp nos topamos con la parte techno más agresiva del álbum, con una ácida Password en la que los golpes de ritmo están muy marcados y sacan lo mejor que Undo lleva dentro -por ahora-. Para cerrar este regreso, Whispers nos vuelve a retrotraer a Despacio, con unos teclados más relajados, pero de nuevo con una fórmula demasiado repetida.


En definitiva, Motas de Polvo es un más que aceptable regreso, aunque después de seis años de espera, Undo podría haber puesto una marcha más, a ritmo de Password o incluso más intensa. Así se notaría un cambio mucho más marcado, que quizá combinado con su faceta emocional hubiera quedado bastante más rico en contenido. Algo así como en Small Revolutions de su debut. Abusar tanto de los mismos ritmos en el sintetizador podría convertirse en algo monótono en futuras producciones, puede utilizarlos de formas diferentes aplicando algún cambio de rimo, por ejemplo. No obstante, a raíz de este disco, al barcelonés se le planta una escalera enfrente; él puede elegir si ir escalón a escalón o pegar un salto y avanzar varios. Puede dar más de sí a pesar de que su vuelta haya sido positiva.