domingo, 25 de marzo de 2012

Standstill+Mute @Club Camelot, derrochando energía

Anoche Camelot volvió a vivir una gran velada musical. La última fue con Ivan Ferreiro. Pero a diferencia de esta, la de ayer fue mucho más movida, calada de energía y con un público dispuesto a disfrutar desde el minuto 1. Incluso algunos ya disfrutaban con Mute, los teloneros de Aspe, que practicaban un poprock decente y a veces cercano a la música de Standstill, con arrebatos eléctricos después de una calma acústica. Después de calentar los motores y con las pruebas sonoras de los pipas, Enric Montefusco y los suyos subieron al escenario entre sonoros aplausos.

Mute
Aunque siguieron presentando su último trabajo, Adelante Bonaparte, también hicieron mención a su parte más salvaje de algunos discos anteriores, que para mi gusto, es cuando más ofrecen. No obstante, es cierto que este Adelante Bonaparte gana más en directo que en estudio; suena más potente, a pesar de ser un disco más inofensivo. Así que, en líneas generales, un buen concierto en el que se desfondaron y mostraron la energía que pueden imprimir a sus canciones. Y el público, que a piori ya estaba receptivo, respondió.



El ejemplo de que funcionan mejor en directo estuvo ya en el inicio del directo: empezaron con Todos de Pie y el final, que en el disco es progresivo y sólo tiene un leve aumento, en el concierto se convirtió en un voraz final. Buena tarjeta de presentación. Continuaron con El Resplandor y pasaron al Vivalaguerra para enseñar los dientes con El Porqué de Hablar Sólo y La Mirada de los Mil Metros.
Volvieron después a su último álbum para seguir la promoción con Adelante Bonaparte (II), Cuando Ella Toca el Piano, Hay Que Parar y Moriréis Todos Los Jóvenes. El público coreaba y cantaba con Standstill, estaba ansioso por verles.

Montefusco poniendo las pilas

Pero el concierto fue de menos potencia a más, empezaron haciendo los deberes con sus últimas canciones y prepararon el terreno para temas más cañeros, que fueron los momentos de más decibelios en la sala. Además, esa potencia se veía engrandecida con el buenhacer del aparato instrumental y rítmico del grupo; con el batería que aporreaba con rabia los bombos y el bajista, que sobrevivía y salía airoso de tanto ruido. A veces es difícil percibir con nitidez un instrumento tan grave cuando tus compañeros están metiendo tanta energía en las canciones. Él lo conseguía. En este tramo de rabia entonaron Poema nº3 de Standstill, ¿Por qué me llamas a estas horas?, que obviamente fue una en las que los asistentes se volvieron más locos, la desgarradora Feliz en tu Día y Cuando, que acabó alargándose y casi convirtiéndose en una jam.

Griterío
Y para cerrar y como vuelta del bis, sonó Adelante Bonaparte (I), dejando con buen sabor de boca seguramente a la mayoría. Hicieron un repaso de su disco de homónimo título y también supieron darle lo suyo a los que reclamaban potencia de los anteriores discos. No obstante, aunque este último trabajo sea más pop, también lo supieron entonar con vigorosidad.


Enric Montefusco señaló que le gustó el concierto, porque hacía tiempo que no tocaban en distancias tan cortas, donde el calor de la gente se percibe mejor. Standstill demostraron por qué se congregó tanta gente para verles. Aunque seguramente se vayan apartando de esa parte más visceral de sus inicios, rindieron a un notable nivel.

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