miércoles, 14 de marzo de 2012

Los Evangelistas - Homenaje a Enrique Morente, estremecedor

Aunque no lo parezca, históricamente en España siempre se ha estado a la altura de la música extranjera en sus diferentes etapas. Es verdad que quizá no ha llegado a las altas cotas que otros países pero siempre ha estado ahí. Donde no tiene rival y -como es lógico- es pionera, es en esa sinergia que se crea entre el flamenco y rock. Afortunadamente, no se acabó con Triana. No hace falta mencionar las experimentaciones entre el maestro Enrique Morente y Sonic Youth. Y mucho menos, las grandes colaboraciones con sus paisanos Lagartija Nick o Planetas. En este 2012, y siguiendo la estela del Ronco de Albaicín, Antonio Arias, Erik Jiménez, J y Florent Muñoz se han juntado bajo el paraguas de Los Evangelistas para rendirle un estremecedor tributo.



Se dice, y seguramente se cumple en el ámbito musical, que mientras no olvides a nadie, este no muere. Algo así se puede sacar en claro después de escuchar este señor homenaje. Queda plasmada el alma de uno de los artistas más transgresores del flamenco en nuestro país. No sólo son J y Antonio Arias los que ponen de una forma exquisita la voz a este disco, también Carmen Linares y Soleá Morente, la hija mediana de Enrique. Además, ha sido toda la familia Morente la que ha respaldado este homenaje, que no se hubiera producido sin su consentimiento.

En este trabajo no sólo se refleja la cultura flamenca ni las letras de Enrique Morente, sino también las eternas mil y una gracias de los hijos de Granada a uno de sus maestros. Los miembros de Lagartija y Planetas se notan especialmente metidos en el papel, recitando los versos del maestro como buenos Evangelistas, imprimiendo a los temas el poderío y la categoría que otorga la simbiosis del flamenco-rock.
Otro punto a favor es que aunque le tengas tirria a alguno de los dos grupos, ellos, ofrecen lo mejor de sí y no es ni muy Planetas ni muy Lagartija. Es muy Enrique Morente. Personalmente, a mí me ha sorprendido la versatilidad de J y Arias a la hora de deslizarse por la prosa morentiniana. Claro, que también se nota que no son nuevos en el asunto.

Las 12 canciones que dura el disco son altamente emotivas, intensas, estremecedoras. Por momento se le mete a uno el corazón en un puño, logrando que Morente resucite. Sobre todo, cuando entran las voces femeninas. Es ahí donde reluce todo el poderío flamenco que destila este álbum. Inicia Antonio Arias el preludio con Gloria para dejar paso a J en Decadencia, una canción con una atmósfera mística. Continúa el vocalista de Planetas en la siguiente, Serrana de Pepe de la Matrona, donde escuchamos sus arrebatos más flamencos. Y a todo esto, no hay que desmerecer la instrumentación mágica que crean los miembros de Planetas, que son los encargados de tocar.



Antes de llegar a la parte cumbre de este proyecto, nos deleitamos con garndes duetos como el de Encima de las Corrientes. Es entonces cuando pega el golpe en la mesa Carmen Linares en Delante de Mi Madre, desgarrándote la piel con su dolida voz. Sentimientos a flor de piel. Después es el turno de Soleá Morente, que tiene una aparición estelar en Yo Poeta Decadente, donde Arias también está colosal. La hija sigue demostrando a continuación de quién es la sangre que corre por sus venas, en La Estrella. Puro fuego. Conforme se acaba el disco, destacar de nuevo a J en Amante y en Alegrías de Enrique, donde uno capta la esencia de Granada y sus historias del Albaicín.



Después de escuchar discos como este, sólo queda dar las gracias a puntos de inflexión cruciales para el género, como lo son Triana, Morente o Omega. Los Evangelistas han resucitado al género. Y a Morente.

Mayúsculo



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