sábado, 29 de enero de 2011

¿Qué fue de Stephan Bodzin?



Ya no me meto a Beatport con tanta frecuencia como antes, supongo que porque he vuelto a escuchar más guitarras que electrónica, algo que era al contrario hace un año. Pero ayer me apetecía recordar viejos tiempos, así que me metí a la biblia electrónica a ver qué se cuece. Me puse uno de mis ingenieros de sonido favoritos pero resulta que el tipo parece que se está tocando los cojones a dos manos. Es el calvorota STEPHAN BODZIN.

Pasa con algunos productores, que normalmente sacan ep's o temas sueltos y tal, pero un buen día dejan de sacar material. Eso es lo que pasa con este alemán. Desde que se diera a conocer en 2005, ha sacado lanzamientos a cholón, con numerosos ep's y remixes. "A lo largo de mis lanzamientos y todas mis colaboraciones me las arreglé para que mis ideas fluyeran libremente y poder desarollar mi propio estilo". Precisamente ese estilo que ha ido curtiendo con el paso del tiempo es el que hace que sea un productor singular, con un techno no convencional, siempre experimentando con los sonidos y dándoles una forma única. Su música puede parecer berlinesa, pero este tipo es de Bremen. En cualquier caso, se nota que es de la escuela alemana.

En sus primeros temas sonaba a techno flojito, con algún tinte incluso funk. Pero tardó poco en encontrar su sello distintivo, ese techno melódico, lento y elegante perfectamente conjugado con sonidos fuera de la norma. Quizá llegó a su máxima madurez (o a algo más cercano a lo que quería hacer) con temas como Phobos, junto a Marc Romboy. Poco después llegaron producciones magníficas como Papillon o Telesto, donde va tejiendo una red que acaba por atraparte en su universo.

Finalmente, en el año 2007, lanza joyas sonoras como Io o Bedford. Pero lo que verdaderamente importante pasó ese año fue el lanzamiento de su primer larga duración: Liebe Ist... En él, Bodzin explota todo su potencial, desarrollando ese sonido de aluminio sobre el que le gusta trabajar. Temas como Turbine, Luka-Leon, Sonnenwind, Meteor, Planet Ypsilon... Un disco indispensable para los fans del género. Stephan es talento puro, equiparable al de tipos de más prestigio como James Holden.

Después del punto de inflexión de Liebe Ist..., siguió produciendo maravillas sonoras "sueltas" como Callisto, Superlicious o Mustang. Pero con el paso de los años ha ido bajando muy considerablemente sus lanzamientos, dedicándose parece que casi exclusivamente a sus actuaciones en directo.
Si no os habéis adentrado lo suficiente en este tipo, ya es hora de que lo hagáis, ya sea por Youtube, Spotify o Beatport.

Aquí está flipando al personal con su Sonnenwind.

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