martes, 2 de octubre de 2012

Havalina - h, el paso necesario para conquistarlos a todos

Seguramente tú también te has hecho esa pregunta, ¿por qué Havalina siguen sin dar el gran salto y ser más conocidos? ¿Por qué otros sí y ellos no? Son misterios sin resolver, cosas de la música en España. No obstante, si hay gran parte del populacho indie o rocker que no los ha probado, lo acabará haciendo, pues desde que los madrileños se dejaron el inglés, disco a disco van tomando más peso en la esfera estatal. Con su nuevo disco, H, que se lanzó a la venta ayer mismo, vuelven a pegarnos un sobrio golpe en la cara.

Siguiendo el camino del rock árido y sobrio del corte de Queens Of The Stone Age, Havalina se ha ganado bastantes adeptos conforme ha ido avanzando disco a disco. Sobre todo tras pasarse al español, con el que ahora llegan a este cuarto álbum en el que Manuel Cabezalí, vocalista, guitarrista y líder del actual trío, dice que es un disco menos incendiario que su hermano mayor, Las Hojas Secas. Y tiene razón -qué menos siendo el padre de la criatura-, porque H es un disco más accesible, menos farragoso que trabajos anteriores. Lo cual no quita que hayan renunciado a esos caminos pedregosos y escarpados que suelen trazar en sus discos. Han facilitado el sendero, dejando de lado la lenta erosión que sufrían sus canciones, ofreciéndonos una corrosión más efectiva y pasajera.

Havalina siguen apelando a la improvisación y a canciones largas, desoladoras y con altos decibelios, pero han dado un giro interesante. Ya no se percibe el cabreo y el despecho que antes sobrevolaba sus canciones, ahora rebajan la carga sonora de sus temas y hacen de su rock furioso algo más accesible. Quizá un giro que les permita llegar al gran público y acabar de conquistarlo. H no llega a ser el pepino que es Imperfección, ni tiene tantos hits, pero menos hardcoreta que Las Hojas Secas. Ese término medio les ha venido bien. Si su último larga duración representaba lo que queda después de un tornado, H es lo que queda después de una noche de ofensiva lujuria.

En efecto, la letra hache

Acercándose a un sonido más propio de grupos exitosos de rock en español de los ochenta/noventa y con menos embistes de los habituales, Havalina logran un equilibrio entre el punteo y la vena hardcoreta. El resultado, un disco mucho más fácil de digerir -porque además es más corto-, lo que ofrece mayor diversidad y hace que el disco transcurra más fluido. Los punteos con reverb nos dan la bienvenida en Norte, un medio tiempo solemne que ejemplifica ese equilibrio al que los madrileños llegan con este flamante nuevo disco. Seguimos percibiendo un cambio en el inicio del álbum, donde la estructura de su música cambia a unas velocidades más frenéticas, como es el caso de La Antártida Empieza Aquí o Viaje Al Sol, uno de los temas más cortos de su discografía.

En subir el tempo de las canciones está la clave de que no resulte un trabajo tan empantanado como el último, logrando un sonido más nítido y rápido, sin permitir que los guitarrazos avancen a cámara lenta. Es el cambio acertado para que Compañía Felina suene a hit -o single fácil-, sin jalonarlo demasiado por ejemplo con coros que podrían haberse introducido perfectamente en el estribillo. Combinando estas características, sumadas a la batería de Javier Couceiro, que ayuda a que resulte adictiva, y a la parte destroyer final, Havalina vertebran un nuevo eje sobre el que se desenvuelven muy bien. Prácticamente es la misma táctica que Animal Dormido, Animal Despierto, con el empuje final para no olvidar lo que han hecho últimamente. De cara al final, afrontamos grandes dosis guitarrísticas, como la de Viernes, donde los punteos improvisados del final, como si se tratse de una jam, marcan el camino.

Acertado cambio de Havalina en su cuarto álbum en la honrosa lengua del Quijote, en el que no olvidan su potencia sonora, ejecutándola de una forma más sutil con punteos, tempos más rápidos y estribillos más eficaces, enfocados a construir buenos hits como los de Imperfección. Havalina supera así, los diez años de vida con enorme dignidad. Si así no consiguen tener más repercusión, definitivamente es que España está sorda. Han construido su particular anillo con el que conquistarlos a todos.

4 comentarios:

gabihey dijo...

Es cierto, "Viaje al sol" también se la vi en directo y fue cómo "EH, que no llevo NADA cabeceando como una loca, no paréis ahora joder".

Qué buenos son, joder. Y maldita sea, creo que me los perderé este fin de semana y ya estoy llorando.

Pablo S dijo...

Bueno, habrá más oportunidades seguro. Yo les vi el año pasado en el DCode y me gustaron mucho... Rock serio y sin gilipolleces, a ver si les pillo este año con h.

A ver si hay justicia y crecen.

gabihey dijo...

Sobre lo de que el disco de Havalina es "Imperfección" yo también creo que es el más completo, el de mayor número de jitazos y bueno, también al que le tengo más cariño por el tema de que los descubrí de casualidad en la radio precisamente con la canción homónima. Creo que es el único grupo del que recuerdo el momento exacto y la situación en la que los escuché por primera vez.
Sin embargo, por temática y por evolución a nivel de letras sobre todo (se lo comentaba al propio Manuel Cabezalí cuando los entrevisté y me daba la razón), el mío es "Las hojas secas".
Muy fan de eso de "rock serio y sin gilipolleces". Efectivamente, creo que esa actitud es lo mejor de Havalina, lo que transmiten en cada disco y en cada directazo que hacen y lo que los hace realmente grandes.

Pablo S dijo...

Sí, Imperfección es el más completo y también un trabajo equilibrado, como el nuevo. Entre los hits y demás acompañantes, se pasa rápido.
En Las Hojas Secas, a pesar de que también es bueno, a veces la travesía por él se hace demasiado larga, por eso este cambio ha sido un acierto.

Y sí, se agradece una propuesta sincera y sin artificios, pantalones verdes o arreglos chupiguays.
PD: lo de recordar el momento es amor a primera vista... Hamorr!!!