sábado, 1 de octubre de 2011

Kasabian - Velociraptor!, Como dinosaurios

Al igual que en muchos ámbitos de la vida, en la música también medimos con doble rasero. En muchas ocasiones cuando un grupo no nos gusta lo desacreditamos diciendo que siempre hacen lo mismo. Cuando nos gusta en cambio no nos quejamos. No somos justos ateniéndonos al grado de elaboración del artista. Crucificaríamos a muchos grupos que nos gustan. Pero esto es necesario? Pues no, hasta luego prejuicios, etiquetas y absurdas exigencias. Es lo que pasa con el nuevo disco de Kasabian. Excepto leves matices, siguen igual que siempre. Pero eso no nos importa, siempre y cuando sigan conservando con tan buena salud su discografía.
Aunque Kasabian tenga sus raíces en el britpop de los Stone Roses y demás contemporáneos, puede ser el eslabón perdido que queda de las bandas de estadio de antaño, diezmadas en la actualidad con representantes como Muse, Metallica o ¿Foo Fighters?

Ya avisaron hace unos meses, cuando dijeron que iban a publicar un nuevo disco, que estaría fuertemente influenciado por el Ok Computer de Radiohead. Obviamente, recuerda poco a esa obra magna. Donde sí se podría notar ese toque es en la experimentación con la electrónica, algo con lo que en realidad ya llevan tiempo jugando. Esta vez la han mejorado, orientándola a otros sonidos antes no explorados, aunque no sean muy complejos.
Se nos hizo la boca agua hace unas semanas cuando oíamos el primer adelanto de Velociraptor!, Switchblade Smiles. Un señor pepinazo en toda regla: furioso, apocalíptico y con gancho. Con temas como este es cuando se pueden, en cierto grado, tolerar los delirios de grandeza de Tom Meighan y Serge Pizzorno: "Los velociraptors eran pequeños, pero eran los únicos que se atrevían a desafiar al gran Tyrannosaurus Rex".

En fin, velociraptores, personas, subiditos o no, lo cierto es que han vuelto a darnos la dosis Kasabian necesaria. En este trabajo aglutinan los tres discos anteriores y exploran nuevas cotas sonoras en temas como Acid Turkish Bath, una canción para tomar té en una palacio árabe o en I Hear Voices, una suave melodía electrónica hecha con maquinitas. Por supuesto, no faltan los hits a los que nos acostumbran en sus discos, esos que les configuran como banda de estado e infalible en directo. La propia Switchblade Smiles y Days Are Forgotten, con el sonido más kasabianesco y unos arreglos vocales fenomenales. También encontramos temas más tradicionales, a base de guitarrazo y alguna que otra puntilla electrónica, como en Velociraptor! o Re-Wired.
Cuando comentamos que abrazan sus discos anteriores, lo demuestran con lo variado de este trabajo. Se han acordado también de sus momentos más psicodélicos y sesenteros en piezas como Neon Noon o Goodbye Kiss. Una vez más, con unos coros y estribillos hechos para enganchar, aunque recuerden a Ian Brown.

Kasabian, de nuevo, demuestran su calidad y vuelven a demostrar que actualmente está entre las cinco bandas británicas -al menos- de estos tiempos.












2 comentarios:

David I dijo...

WTF hace Camarón X4 en la portada del disco de los Kasabian ?!?!?!

Qué gran verdad la del primer párrafo.

Pablo S dijo...

Hostia tio no me había fijado... crees que puede tener algo que ver con el nuevo disco?