miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pete & The Pirates - One Thousand Pictures, un paso de gitantes

2011 está siendo un año que se sale de lo previsible: los grandes grupos, los que están de sobra consagrados, no están dando el callo o se les podría exigir mucho más. Pero no está todo perdido, hay jóvenes que se están haciendo un hueco. Quizá aún no se hayan hecho mucho de escuchar, pero lo harán. Seguro.

Una de esas promesas son Pete And The Pirates, la banda procedente de Reading. Debutaron en 2008 con Little Death, un aceptable disco de poprock independiente con algún punto bailable y otro más guitarrero. Pero no pasaba de eso; de disco aceptable, nada que se desmarcara del amplio espectro de debutantes que practican estos patrones. Pero esta vez, en su segundo disco, que salió el pasado mayo, han dado un paso de gigantes con One Thousand Pictures. Este segundo disco es una muestra de cómo desenvolverse en el mundo de la música independiente, creando una sinergia entre el pop y el rock, que acaba por materializarse en un álbum con las dosis necesarias de cada parte. Respecto a Little Death, éste tiene mucho más poso, más energía, más solemnidad. Y tiene menos momentos tan bailables, lo que les libra de etiquetas que los tilden del típico grupo de indie pop bailable. Pedro y sus Piratas han logrado ir más allá y subir varios escalones de una zancada.

En Little Beach ya se veía que tenían madera, sólo tenían que explotar esas cualidades para llegar a un disco tan completo y tan justamente equilibrado. Con Can't Fish, el tema que da el pistoletazo de salida al disco, ya se entrevé esa maduración a un sonido mucho más rico y elaborado. Continúa con Cold Black Kitty, una de las pequeñas joyas que incluye este álbum, donde entran en combinación la intensidad, guitarras despeinadas y un Thomas Sanders que alterna sus vocales navegando entre la nana y la solemnidad.
Esa riqueza del disco que reside en lo variado que es, se demuestra en canciones-transición como Little Gun, Come To Bar o Washing Powder. De esta tridescarga de energía positiva pasamos a la parte torbellino del disco, donde están los arrebatos más potentes. Entre ellos, United, la canción adelanto del disco, que es el mayor vendaval del disco.
Puede parecer complicado levantar el vuelo después de un tema tan potente como este, pero si después viene otro como Shotgun, lento y en aumento, no hay problema. El último tramo del disco es un auténtico gustazo, pues continúa con patrones indies perfectamente llevados a cabo como Motorbike. Y para finalizar, temas como Reprise, que recuerdan a los Pixies en su versión instrumental.

En definitiva, todo un golpe en la mesa, una muestra inapelable de evolución en este nuevo disco de Pete & The Pirates, digno de estar entre los mejores del año. Quizá algún día encabecen el festival de su ciudad.

Pete And The Pirates de 'One Thousand Pictures' by MUSIC DREAMERS




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