martes, 7 de junio de 2011

Icke Wieder, otro disco para enmarcar del tio Paul



Si hacemos una pregunta, y preguntamos a los amantes de la electrónica cuál es el disco que más esperan este año, quizá en un alto porcentaje nos salga como vencedor el alemán PAUL KALKBRENNER. Y no es para menos, a estas alturas no hace falta descubrir quién es y lo que hace. Ha sido uno de los productores de techno que ha crecido de una forma más exponencial en los últimos años. Seguramente el empujón definitivo fue la banda sonora de Berlin Calling, protagonizada por él mismo. Como se podía esperar, y me imagino que gratamente para todos sus seguidores, ha vuelto a la senda de hacer lo que le dé la gana, sin tener que ceñirse a un guión. Ha vuelto a la estela del Zeit y del Self.

Vuelve a practicar ese techno con bases profundas y sonidos elegantes. Pero esta vez, en Icke Wieder, introduce unos matices nuevos; nuevos samples que antes no había. Desde luego, los artistas electrónicos son más proclives a resultar monótonos ya que se estancan en un patrón musical y de ahí no salen en varios álbumes. Afortunadamente, este no es el caso de nuestro calvo alemán preferido. Mantiene su personalidad, se sigue reconociendo la huella de su techno, pero lo ha moldeado de una forma diferente. Es una de las facetas que más aprecio de él y de su discografía, su denominación de origen sigue siendo la misma, pero en cada álbum hay algo diferente del anterior, una mejora, un avance en la textura sonora.
Vuelve a abogar por un equilibrio. Buena combinación entre temas tranquilos, para disfrutar, que se deslizan suaves como la seda por tu oído; con otros más bailongos, pero sin ser machacones. Una vez más, el maestro Kalkbrenner impartiendo cátedra; mostrando clase sin caer en un esquema techno más corriente y moliente.

Hay momentos livianos al puro estilo Kalkbrenner, de esos que gusta oír derramado en la cama con los auriculares a tope, como Boexig Leise, Sagte Der Baer o Kruppzeug. Una vez más demuestra que tiene estudios musicales, y combina de una forma soberbia electrónica con samples de instrumentos clásicos como la trompeta y una sección de cuerda en la brillante Kleines Bubu. También encontramos temas más urbanos, muy 'berlineros', como Gutes Nitzwerk o Schmoekelung. Y para el final me dejo los cuatro temas del disco: la sublime Jestruepp y su cambio a partir de los tres minutos, los calambres de Schnalken, la BerlinCalling Des Stabes Reuse y el petardazo final, Der Breuzen. Final discotequero con sabor exótico que sonará en más de una sesión este verano...

Resumiendo, Paul Kalkbrenner mantiene el nivel. Un disco regular, en el que no ha cambiado radicalmente, pero sí ha modificado levemente su registro, lo que siempre se agradece para tener algo de variedad. Personalmente sigo pensando que el Self es único, su mejor trabajo hasta la fecha. Pero tiene mérito que después de ese discazo, se marcara una señoraza BSO y un disco notable como este. Ya veremos cómo se las apaña en la próxima. De momento eso no nos importa, ahora, a disfrutar.

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