sábado, 5 de febrero de 2011

Aphex Twin - Heliospan


Hace unos días, salió un interesante debate en una de esas páginas musicales que frecuento diariamente. Era Noctamina, que versa sobre electrónica. Hubo varias entradas en las que se hablaba de la electrónica actual, del estado de salud del género. Algunos defendían que hace tiempo que hay un estancamiento, que sale últimamente mucho imitador y poco talento. Quizá haya parte de razón en ello, con la tecnología actual, producir música está al alcance de cualquirea, que sea de calidad o no ya es otra cosa. Siempre hay algo bueno, hay que encontraro. Pero realmente hay material clásico que lo oyes y sí que piensas que ya no se hacen cosas de estas, como probablemente sea el caso de la canción que muestro hoy.

Paralelamente, en otra página de la que soy asiduo, Hipersonica, alguien comentó algo contra la electrónica. Pero con los típicos argumentos de garrulo de "lo que yo escucho es mejor", flipándose porque escuchaba Led Zeppelin, Doors, AC/DC etc. Sí, todo muy respetable, pero se metió en un berenjenal sin venir a cuento. Probablemente fuera un carca que no ha evolucionado. El caso es que hay gente que aún no ha aprendido a desprenderse de los prejuicios musicales sin, por lo menos, oír antes de criticar.

A toda esa gente que aún tiene prejuicios en la electrónica, que como en todo hay cosas buenas y malas, va dedicada esta canción.
Es de uno de los genios contemporáneos. Una de las figuras más influyentes de los últimos tiempos. Un tipo que con apenas 14 años ya componía y hacía sus pinitos con sintetizadores. Ha tocado varias ramas de la electrónica, desde el techno hasta el jungle pasando por la IDM o el drum n bass. Y siempre ha salido vencedor.

Es Richard D. James, o lo que es lo mismo, APHEX TWIN. Uno de esos visionarios que salen de vez en cuando y que tienen un talento innato para ver la música desde un punto de vista que pocos se pueden permitir. Música compleja que juega con las emociones y los ambientes de una forma inaudita. La primera parte de Analogue Bubblebath, que data de principios de los 90, es una muestra de su habilidad. Una música ambiental que poco tenía que ver con lo que se hacía entonces, aún con resquicios del acid house. Por nombrar alguna de sus piezas, Selected Ambient Works 85-92 es una sesión exquisita para los paladares más sibaritas. 75 minutos de música ambiental magistralmente combinada con pinceladas acid, una inmersión total en el universo Aphex Twin.

Y toda esta parafernalia es sólo para demostrar a los más radicales, que no sólo las guitarras y las grandes composiciones clásicas son capaces de transmitir. También la electrónica es capaz de llegar a lo profundo de la persona para emocionar. Y una pequeña muestra, esta joya de Richard D. James. Pasen y vean:

HELIOSPAN

2 comentarios:

Sergio Bifeis dijo...

Este es de los grandes!! Un cierre con su Windowlicker y la gente se va a casa más feliz que un regaliz

Pablo S dijo...

Pues sí, para que te pegue un dos de copas. El final electrizante de Windowlicker es brutal.