SÁBADOEmpezaba otro de los días fuertes y más intensos del Arenal Sound, un viernes repleto de electrónica en el escenario principal. La más exquisita fue la que practicó el bueno de Pablo Díaz-Reixa, o lo que es lo mismo:
El GuinchoEmpezaba fuerte la tarde noche con uno de los músicos electrónicos de vanguardia en este país. Encerrarse en Berlín y samplear sonidos en un zoo le sirvió para vomitar el fabuloso disco del año pasado
Pop Negro. Disco del que pudimos disfrutar en el escenario DAS. Una actuación colosal, es más, puede que la mejor de todo el festival. Dicen que la felicidad está en pequeños momentos; puede que muchos fueramos felices durante aquella actuación. El sonido tropical y exótico de sus canciones creó un aura de buen rollo increíble entre el público. Un honor tener a gente en el país como Pablo Díaz-Reixa, muy amiguete de los teclados y de tocarlos con baquetas, en modo xilófono. Da igual que suene
Antillas, Bombay, Las Novias o
Soca del Eclipse, El Guincho lo parte igual.
DeloreanY si aún estábamos en éxtasis de ver a El Guincho, después era el turno de otros pesos pesados de la electrónica nacional: Delorean.
Aunque quizá tocaron demasiado pronto -22:30-, al ser de noche ya había más público, predispuesto a darlo todo ante los de Zarautz. Y así lo hicieron. Dieron otra vez esa muestra de electrónica elegante pero atmosférica a la vez, muy bailable. Buen concierto de los vascos, donde repasaron
Subiza y otros clásicos anteriores como
Deli o
Seasun. La explosión de energía positiva de
Real Love, mezclada con las luces, ponía los pelos de punta. No obstante, al final se hizo un poco lineal.
LayaboutsSiempre es un placer ver a grupos rock n rolleros que sean contundentes, como Layabouts. Otra vez con el batería aporreando para hacer un agujero en la membrana del bombo. La verdad que sorprendió ver la cantidad de gente que había, y lo entregada que estaba, pues los grupos que tocaban en el Escenario Legendario no se podían comparar con la cantidad de gente del DAS. Pero esta vez la gente sí que se acercó a sudar con temas como
To The End, Fine For Me o
Rock's Dead. A pesar de que su música se disfruta más en una sala, donde la energía se multiplica, demostraron quen o pierden ni un ápice de potencia en un escenario al aire libre. Y tienen actitud de sobra; quizá demasiada, sobraron algunas palabras del cantante, que de vez en cuanto soltaba alguna perla en nombre del rock que ellos practican.
La otra alternativa a Layabouts podía haber sido
Rinocerose, pero al escuchar el principio no parecía tener mucho interés, un concierto de electro rock más. Lo cual no quita que uno no se lo pase bien, pero había que administrar fuerzas. Así que después de Layabouts fuimos a ver a
Love Of Lesbian. Empezaron con el
John Boy y continuaron con Las Malas Lenguas. La verdad, no acabo de aclimatarme a ellos, tuvimos que irnos para no quedarnos durmiendo. Además, se cuenta que tocaron más de dos horas y a las tres de la mañana no se pueden tocar canciones que le entren a uno ganas de hacer nono.
En realidad, todo era una forma de hacer tiempo para ver una de las propuestas más interesantes del festival, la de
The Suicide Of Western CultureParece que el sábado era el día propicio para las propuestas vanguardistas electrónicas, y después de El Guincho y Delorean, era el turno de este dúo barcelonés, que en breves dará el salto a EEUU. Encandilaron con su debut y lo llevaron al Arenal Sound, junto con las típicas proyecciones conceptuales que siempre quedan bien con este tipo de electrónica. Un verdadero gusto sonoro escuchar en directo sintetizadores industriales como los de
A Forest Of Greyhounds Hanged o
Battersea Power Station. Además, el tener los sintetizadores les permitió modificar su actuación, metiendo nuevos sonidos y matices. Además tuvieron el plus de hacer un guiño al 15-M, poniendo una pancarta en su mesa que ponía "Madrid Resiste". Una de las actuaciones del día.
Orbital dj SetMuchos hubieramos preferido que vinieran en formato live, pero bueno, cuando se trata de gente veterana como Orbital, uno se fía de su criterio. Hicieron una gran sesión, en la que empezaron más fuerte, con más electrónica zapatillesca, para ir rebajándola poco a poco, llegando a una IDM y música más suave. Es decir, manejaron perfectamente los tiempos de su sesión. Sonaron el
Ready To Go de
Republica, que lo suelen pinchar siempre, y lo mezclaron con
You Give Love A Bad Name, de los (insoportables)
Bon Jovi. Conforme iba amaneciendo la música era más agradable, más digna de una amanecer de relax, combinando algún sonido de 8 bits con su clásico
Halcyon On And On. Y así acabó el sábado.
DOMINGOEl domingo era el día de los valientes, de los que pudieron sobrevivir y aguantar lo que fuera para ver a sus artistas -o simplemente para estar de fiesta-. Con lo variado que era el cartel, el domingo era el turno del mestizaje y el flamenqueo, pero lo que a mí me interesaba era ver a ¿
Daft Punk?¿Sus sobrinos? A este paso no lo sabremos.
The Third TwinAunque ya dijeron de forma oficial que eran los sobrinos de Guy Manuel de Homem-Christo, con lo que han mareado, uno no sabe hasta qué punto podrían ser Daft o no. En cualquier caso, si son los sobrinos de verdad, es más french house, no es nada nuevo, lo que pasa que tienen ese toquecillo de ¿y si son Daft Punk? Es más, si no son ellos, se parecen demasiado, tienen falta de originalidad. Lo que pasa que tienen un par de bombas como son
Your Brain Is Pure y
Until The End. Y esas dos sí que son dignas de Bangalter y Homem-Christo. Pero claro, vaya usted a saber si son ellos o no, porque los tipos salieron que no se les veía ni un ápice de piel: con traje gris, sombrero, gafas de sol y una malla gris en su cutis. Así que nada, que cada uno saque sus teorías y compare estaturas y diámetro de cabezas.
En cuanto a la sesión, estuvo guapo, pero no fue para tanto; jugaban con que el público estaba deseando que salieran de repente con los cascos daftpunkianos. Al final no hubo suerte. Empezaron con
Euphoria, su último tema, y cerraron con Until The End, el desmadre final. A medias de sesión pincharon otras canciones como
Technolers o el otro hit, Your Brain Is Pure. Cabía la posibilidad de que se cumpliera el sueño porque las bases de las canciones sonaban a ¿sus tíos? descaradamente. Es más, había momentos en los que parecía que sonaba de fondo One More Time o Harder Better Faster Stronger.
Para cerrar tenían que venir los
Zombie Kids, pero se cayeron del cartel.
Así que nada, buen festival, pero con muchas asperezas que limar a nivel organizativo, sobre todo del camping. Por cierto, dejad ya de cantar el lo looo looo lo lo de Seven Nation Army. Gracias. Y no fueron 160.000 personas, me imagino que cada día irían las mismas 40.000 arriba abajo.