lunes, 8 de junio de 2015

Isora @ L'Escorxador: la orquesta rock

Las secciones de viento y cuerda en acción
No es fácil etiquetar a grupos como Isora, que tontean con varios géneros, cosa entendible cuando ves el despliegue que llevan encima del escenario, a modo de música de cámara. Por un lado secciones de cuerda y viento, por el otro los instrumentos clásicos del rock y un Hammond. Una amalgama instrumental que el pasado jueves deslumbró L'Escorxador en la primera de las dos noches de concierto que les ha brindado el espacio.

Isora ya tocaron el pasado mes de febrero en la difunta (físicamente) Iniciativa Malanga, donde petaron la nave y finalizaron el concierto convertido en una fiesta. Así pues, para el directo de L'Escorxador se esperaban grandes cosas. Y así fue. Hubo varias novedades para la ocasión, más gente (en total hasta 15 personas sobre el escenario), nuevas canciones y una incursión en la electrónica, hasta ahora sin explorar en el grupo. Y sí, de nuevo contaron con una bailarina.

Con Llu Torxa comandando la nave, el vozarrón de Clara dispuesto a sorprender a diestro y siniestro, y, por supuesto, un excelente grupo de músicos, todo estaba en orden para empezar el espectáculo, que se balanceó generalmente entre paisajes folk, rock instrumental e incluso algún retazo casi de rythm n blues, siempre con ese elemento diferenciador que le pone la guinda al pastel: las secciones de viento y cuerda.

Cantando en francés, inglés y en lo que le eches
Utilizar saxo, viola, violín, contrabajo, trompa o dulcimer (es este artefacto), entre otros, no suele ser lo habitual, y desde luego juegan un papel fundamental para esa diferenciación cuando se funden en la voz de Clara o allanan el terreno para el protagonismo de las guitarras. Especial mención al juego que ofrecían la profundidad del contrabajo y el toque más agudo del resto de compañeros de viento, ofreciendo un contraste que aportó especial belleza a ese cruce de folk y rock que ejecutan. Intimismo y mucho cuidado en la primera faceta, y desmelene en la segunda, aprovechando el potencial que ofrecen en las guitarras David (Fulanos, Tachuela...) y Justin (El Perro Asirio).

Dándole al asunto
Aspectos que hacen que la propuesta de Isora se engrandezca en directo, donde desarrollan el potencial de cada uno de los miembros, ya sea mediante un laúd árabe, percusión, el saxo o la facilidad de su vocalista para cantar en inglés y en francés. Y todo en una sala como L'Escorxador, que tiene una acústica estupenda. Fruto de ese afán de llegar a nuevos sonidos, hicieron una incursión en la electrónica, donde se quedó todo oscuro y sólo había lugar para luces discotequiles y Ruth, la bailarina, esta vez con un atuendo que parecía salido de True Detective. Una incursión sencilla, con sintes prototípicos, pero que para un grupo cuya principal baza es el folk rock, no necesitan más. De hecho, la potencia de las bases dejó sorprendido al personal.

Carcosa (True Detective)
Cuando mejor rinde el grupo, o mejor dicho, cuando su propuesta sonora llega a los mayores picos de intensidad y emoción, es cuando tocan todas las secciones a la vez, como pasó en los últimos instantes, donde David se pudo lucir con un señor punteo para el deleite de los presentes. Para finalizar, volvieron a tocar uno de sus mejores temas, 'East Wind', en un bis inesperado, puesto que ya se habían despedido.

Llevar bailarina: siempre bien
Así que en general se puede decir que chapó por la actuación de Isora. Bien por salir de la zona de confort de su estilo, por el despliegue y el curro que lleva esa orquesta en directo y genial el sonido, en el que la sala jugó un papel clave. Por cierto, un doble concierto que hubo que pelear en L'Escorxador, puesto que la programación ya estaba cerrada. Finalmente cedieron en un gesto necesario, porque la propuesta lo merecía y no es que hayamos tenido muchos conciertos en estos cuatro años allí. Veremos qué futuro viene ahora. Pero ese ya es otro cantar.

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