Unas palabras. Y tal.

Exactamente 36 días han sido los que he necesitado para despedirme retomar la actividad del blog. Lo sé, si fueseis un familiar seguramente ya habríais puesto una denuncia en la policía (en el caso de que me tuviérais en estima), pero esto es más que mi espacio personal en el que vertir mis pensamientos musicales.

Como supongo que la mayoría ya sabréis, al menos los que visitabais el blog frecuentemente y con interés, primero ya os habréis dado cuenta de que no escribo por aquí, y segundo, que lo hago en Hipersónica, donde estoy desde el pasado octubre. Y esa es básicamente la razón por la que no estoy, muy a mi pesar, relleando de contenido este blog al que tanto tiempo he dedicado. Aunque ya llevo un tiempo alojado allí con gente que al igual que yo, no tiene criterio alguno, es preciso que lo vuelva a repetir por si algún despistado está pensando que he muerto en terribles circunstancias. Y lo que es peor, sin avisar.

Así que lo recuerdo una vez más. AHORA ESTOY EN HIPERSÓNICA.

Sé que debería haber avisado mucho antes, no ya porque este blog lo lean millones de personas al día, sino porque a pesar de que El Camino Alternativo ha sido un blog humilde desde el inicio, muchos habéis dado a un sentido a lo que estaba haciendo. (me) Habéis aportado algo tan importante como es darle un sentido a lo que estaba escribiendo. Todo mediante comentarios, difusión, critiqueos varios, esos cómplices Me Gusta en facebook, trolleos, consejos, pidiendo posts... En definitiva, todo aquello que hace que un juntaletras sienta que lo que está haciendo sirve para algo; sentir esa interacción y que lo que estás haciendo interesa. Este camino (nunca mejor dicho) me ha servido para curtirme no sólo en la redacción periodística, sino para ver cómo funciona una publicación, ver vuestras preferencias, etc.

Aunque sea un blog bastante cutre en apariencia y no tanto en contenido, hay infinitas horas detrás de él y mucho esfuerzo. Al final el esfuerzo ha ido dando su fruto: primero dándome a conocer por twitter, después logrando acreditaciones para importantes festivales y finalmente, fichando para HS.

A pesar de todo, seguiré actualizando el blog lo que pueda. Pero será difícil, porque estar dedicado a diversos menesteres implica no tener tanto tiempo como antes. De hecho, el pasado día 11 fue el tercer aniversario del blog y no fui capaz de celebrarlo con un post especial o algo, y eso que llevo días dándole vueltas a qué poner en este post. Cuanto más tiempo pasaba, más explicaciones había que dar. Además, en breve lanzaré nuevos proyectos de los que os iré avisando, por lo que probablemente cierre la persiana oficialmente. Aunque la idea es no hacerlo a corto plazo, hay mucho tiempo invertido aquí y no me gustaría perderlo. He pensado en darle otros usos, pero ya lo iré viendo sobre la marcha. También quiero aprovechar para, si es que algún púber (o no tan púber) estudiante de periodismo está leyendo esto, animarle a que empiece a especializarse ya, ¡leches! que no está la cosa para encontrar curro en el New York Times.

Así que poco más que decir, ahora mi teclado está a las órdenes de Hipersónica, donde también me tratan con mucho hamor e incluso me dejan escribir sobre lo que me dé la gana.
Antes de soltar ese horrible tópico "no es un adiós, es un hasta luego", lo primero es daros unas infinitas GRACIAS a todos los que os habéis pasado por aquí y me habéis dado vuestro apoyo. Y lo segundo, ya que hablamos de tópicos, es la frase de la despedida (joder, no quiero llorar ni usar tópicos, pero es que viene al pelo):

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