sábado, 31 de julio de 2010

Electrónica fina

De nuevo vuelvo a actualizar. Tenía mono de escribir, después de estar 3 semanas en Escocia y comprar discos a mansalva, comer mierda, salir de lunes a lunes y bañarme en el Lago Ness (entre muchas otras cosas).

Tenía pendiente escribir de electrónica, pero no es la típica de chumba chumba o de subidones en festivales. Así que los que sois reacios a esto podéis seguir leyendo. La entrada de hoy va dedicada a dos tipos que he descubierto hace relativamente poco tiempo. Los dos me han sorprendido de sobremanera, lo mejor me lo dejo para el final.

El primero de ellos es CARIBOU.
Es un tipo nacido en Canadá. Que por cierto, cómo está Canada, está lleno de artistazos como la copa de un pino de Guardamar del Segura.
Directamente al grano, Caribou (aka Manitoba), se dedica a hacer electrónica psicodélica con sonidos exquisitos para el oído. La primera canción que oí fue Odessa, el primer single de su último disco -de este año-, Swim. Me pareció una canción curiosa, con un sonido delirante que me llamó la atención.

Lo dejé pasar y un buen día decidí escuchar el disco, y vaya discazo macho! Uno de los discos electrónicos de este año sin lugar a dudas, y a falta aún de medio año.
Es del mismo palo de Four Tet. Es el típico músico que tienes que oír acostado y con auriculares, para disfrutar mejor de los detalles. Tiente temas como Kaili que te atrapan por momentos con todos los arreglos que posee. No faltan bases pegadizas como en Found Out. Quizá a mí la que más me impacta es Bowls, una canción muy oscura que va en aumento, como si alguien te estuviera pisando los talones. Podría servir para alguna escena de persecuciones en un laberinto (gilipoyez). También encontramos temas para disfrutar y que dan buen rollo, o al menos a mí, como Hannibal, más tranquila pero rítmica y pegadiza a la vez.

El álbum cierra con Jamelia, canción para acabar de enamorarse de este gran disco que no tiene ningún desperdicio, es excelente de arriba a abajo. Este año estuvieron en el Primavera Sound, y los que vieron dicen que fue genial.







Y ahora llega la joya de la corona. Uno de los mejores discos de electrónica que he oído en mi vida. Es dubstep. Estoy hablando de BURIAL. No lo conocía, y la primera vez que lo escuché fue algo así como un flechazo a primera vista.

Creo que no hace falta ser un fan de las mesas de pinchar para que te mole. Es música salida de las entrañas de un tipo bastante modesto, que sólo quiere dedicarse a hacer lo que le gusta. Es más, estuvo ocultando su identidad un tiempo. Se ha especulado con que es un estudiante incluso.
Sólo tiene dos discos, pero vaya dos. Yo me quedo con Untrue, el segundo (2007). El otro día, aún en Escocia, vi el disco y no me lo pense dos veces. Lo cogí rápidamente. Es difícil encontrar estas joyas, a no ser que vivas en las capitales supongo.

Burial hace música para saborearla, salida de sus entrañas, está cargada de sentimiento. Y la parte vocal es inmejorable para el tipo de canciones que hace, es casi un sonido más. Sin la parte vocal, este tipo no sería tan maravilloso. Es una voz como de helio, una voz que se pierde entre la marea de exquisitos sonidos que crea. Canta con delicadeza y recorre tu cuerpo hasta que se te erizan los pelos. Creo que en mi vida he oído una electrónica tan profunda. Si con Caribou había que ponerse los auriculares, Burial no es menos.Y además cerrando los ojos. Porque aunque no lo creáis, si cerráis los ojos sois capaces de captar más sonidos. Es una experiencia brutal. Un disco indispensable de escuchar. Es difícil elegir alguna canción que resalte sobre otra. Está lleno de joyas.

Si la música tuviera cuerpo, probablemente Burial sería un ángel con una belleza indescriptible. Como podéis observar, me estoy flipando. Pero es que me parece una obra maestra. Es el típico disco que cada vez que le pegas una pasada descubres algo nuevo.

Y ahora date un viaje por los sentidos.







Y, finalmente, la más cargada emocionalmente: Forgive, es del primer disco. Sin palabras.

sábado, 10 de julio de 2010

The Undertones - Teenage Kicks

PUNTO 1: Me alegro de que la canción que más odiéis sea la del Papamericano (como yo), muy seguida de "Watcha Say", del execrable Jason Derulo.

PUNTO 2: Me voy a Escocia hasta el 31 de julio, es decir, que lo más seguro es que no vuelva a actualizar hasta entonces. Simplemente lo digo para que no penséis que abandono el mundillo bloggero.

PUNTO 3: Durante la época de exámenes me he bajado alrededor de 70 discos de electrónica, rock y música española. Cuando venga postearé de una forma más frecuente. Podéis dejarme un comentario -tanto los que os metéis desde España como los que lo hacéis desde fuera de sus fronteras-, en plan "Pablo no puedo vivir sin ti", "Tú música es una mierda", "Un saludo desde Pernambuco" o "Ojete". Todos los valoraré. Podéis recomendarme también algo sobre lo que hablar.


PUNTO 4: Como tengo que preparame la maleta y hacer cosas, la entrada de hoy es una "canción acojonante". No necesita tanta elaboración, si bien las demás entradas están algo elaboradas.


Es una de esos temas que cuando los escuchas piensas que son actuales, pero cuando investigas ves que tiene 30 años y dices "Qué demonios!!!".

Es una banda irlandesa que surgió en pleno desarollo punk, cuando Ramones, Sex Pistols o The Clash empezaban a gritar contra el mundo. No tuvo tanto bombo, de ahí que no sea muy conocido, al menos para la gente joven de ahora. Por cierto, se llaman Undertones.

La canción en cuestión es Teenage Kicks, de 1978. Es una de esas canciones que entran fácil en el oído, con un riff de guitarra muy pegadizo. Tiene una melodía muy pop, digamos que no es punk macarra tipo "Anarchy in the Uk", es un punk divertido y hedonista. Resumiendo, es un pedazo de hit. Cuando me enteré que tenía más de 30 años me quedé flipat. Podría ser un himno de los 90.

Es la muestra de que no hace falta ser un virtuoso guitarrista para llamar la atención o construir una joya, con unos acordes fáciles y un sonido normalito basta. No hace falta ser un Steve Vai para ser recordado en el tiempo. Simplemente que aunque no hagas punteos bestiales, tus guitarreos lleguen a la gente. Y ahí radica la importancia del punk cuando nació, que no hacía falta ser un crack para formar tu propio grupo y quejarte de lo que te diera la gana.


Teenage Kicks, una canción acojonante de cojones (valga la redundancia).



Nos vemos en menos de un mes.

lunes, 5 de julio de 2010

Neutral Milk Hotel

La década de los 90 nos dejó una buena ristra de grupos y de clásicos, como todas las décadas. Pero si por algo me parecen los 90 trascendentales, es porque en ella nacieron y se plantaron los cimientos de los principales géneros que escucho, y muchos de los grupos actuales siguen mamando (mamando influencias, picantones!!) de esos clásicos noventeros. Fue una década prolífica, y no sólo para el rock alternativo, quizá el más exitoso de este periodo, sino para otros estilos como el britpop, el grunge (aunque por poco tiempo) o la electrónica como hoy la conocemos, con discos indispensables de gente como Daft Punk, Chemical Brothers, Prodigy o Aphex Twin (entre otros).

A lo que iba, hay muchos grupos de culto que se nos escapan y seguirán escapando, grupos que han sido más de culto que los propiamente llamados "de culto". Uno de esos grupos es Neutral Hotel Milk. Sólo tienen dos discos, pero son dos grandes discos, sobre todo el último. El primero es On Overy Island, de 1996, el segundo In The Aeroplane Over The Sea, del 98.




Neutral Milk Hotel fueron cuatro tipos de EEUU que hacían rock independiente con raíces folkianas. La verdad es que estoy empezando a aficionarme a estos grupetes que mezclan folk con rock, "folkrock", "rockfolk"... parecen grupos alemanes. Bueno no me desvío, es un tipo de música interesante, no siempre vamos a estar disfrutando de guitarras locas y estribillos explosivos. Primero hablé de Chad Vangaalen, ahora de NMH... próximamente lo haré de Two Gallants o Julie Doiron. Es música espiritual. Además en NMH, aparte de la sección musical cobra mucha importancia la letra. Holland 1945, por ejemplo, una de las mejores, habla de Ana Frank, y la verdad es que no tiene desperdicio. Éste último tema es de los más cañeros del disco, junto con Untitled. Después tenemos canciones lentas, cantadas con mucho sentimiento, como Two-Headed Boy o la solemne The Fool.

La verdad es que no sé qué disco prefiero, el On Avery Island tiene también perlas. Me parece más completo que el posterior In The Aeroplane Over The Sea, aunque quizá en éste las canciones más punteras sean mejores. Hay que destacar temas como Marching Theme, Where You'll Find Me Now o Three Peaches, pero la joya de la corona es Noemi.

El punto melancólico del grupo me vuelve crazy. A cada uno la música le transmite cosas diferentes, este grupo me evoca a momentos de inocencia y despreocupación. Escuchando temas como Noemi me siento afortunado de conocer este grupo. Os aconsejo escucharla con unos auriculares y cerrar los ojos, si no sientes nada quizá es que no tengas sensibilidad, o que simplemente este no es tu grupo.