Morenas
En lo que respecta a los creadores de Trío, el trío (valga la rebuznancia) alicantino vino a repasar su debut como LP y a mostrar algo de su segundo álbum de estudio, del que ya están inmersos con los preparativos. De su concierto ya sabíamos lo que íbamos a sacar, un tempo frenético, punk urgente propinado en pequeñas ráfagas, sin apenas tiempo de pestañear. Y no sólo se dedicaron a desparramar esa rabia sobre el reducido escenario del Cure y bajo la atenta mirada de los Ramones, sino que han cambiado mucho con respecto a la última vez que les vi en el mismo sitio. Han mejorado en cada apartado.
Sonaron casi perfectos: mucha más sonoridad, una mejor distinción de los vocales y una exhibición que se acercaba mucho a la versión de estudio, lo que se agradeció en los ritmos en los que se salían por la tangente de los barridos continuos, dejando a la batería de Néstor en solitario para después volver a reenganchar con las guitarras. Y los hits. Con su 'Mírala', su 'Todo lo Bueno' y demás compañeras de Trío. Una buena actuación en la que se notó el rodaje de haber estado tocando durante un año por el resto de la geografía, con una actuación más imponente y generalmente, mejor en todos los aspectos. Ganas de escuchar su segundo largo.
Morenas y todo lo bueno |
Los invitados a la ceremonia (Morenas son habituales del antro junto a otras formaciones de la provincia), los barceloneses The Saurs, venían con un nuevo EP bajo el brazo, Dry Finger, la continuación del que publicaron en 2013, Bring Me Fog. Referencias que, por cierto, mejoran mucho en directo por la actitud que desprenden. Poseídos por la música que tocaban y parece que entrados en trance por momentos, su garage punk resultó un absoluto derroche de energía (el vocalista se cargó una cuerda) que inmediatamente trascendió entre el público, conocieran o no a la formación. Mediante punteos, los hipnóticos bailes de muñeco manga del principal guitarrista y los gritos del cantante, en poco tiempo convirtieron Cure en un santuario de ruido.
De hecho, por momentos se dejaron poseer por arranques de fuzz (Ty Segall te queremos) que te hacían desnucarte. Presentando sus nuevas canciones y dejándose para el final sus cartuchos más conocidos como 'The Spring' y 'Ain't No Deal', desde luego lo suyo fue una exhibición que puso un broche perfecto para un doble concierto de dos bandas emergentes que tienen mucho que decir en la escena nacional. Y mucho que decir también en los circuitos de pequeñas salas que se preocupan por traer calidad y apostar por jóvenes valores, como Cure, a pesar de que no llenen la sala. A más rock seguiremos saliendo por barba.
Bailes sensuales y fuzz invocando a tito Ty |
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